Innovación social y experimentación para demostrar alternativas de desarrollo

23 de Marzo de 2022

 

Foto: © Aguirre Lehendakari Center.

 

La pandemia ha acentuado la necesidad de hacer las cosas de forma diferente, de trazar objetivos comunes y acelerar las transformaciones necesarias ante los desafíos sociales, económicos, y ambientales. De este modo, el nuevo Plan Estratégico 2022 – 2025 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) procura optimizar el impacto del desarrollo a través de la innovación estratégica, apoyando a los gobiernos y las comunidades para construir un futuro mejor. 

En este contexto, procesos de “demostración” que muestren una lógica alternativa de desarrollo resultan necesarios para ampliar los futuros posibles y deseables. Por estos motivos, hemos iniciado en Uruguay un proceso de "demostración profunda" (Deep Demonstration), en el marco del “Innovation Facility 2.0” del PNUD que gestiona la Unidad de Innovación Estratégica y cuenta con el apoyo del Gobierno de Dinamarca. El objetivo es impulsar procesos de innovación y experimentación en gobiernos departamentales para abordar desafíos complejos de los territorios. 

Estas acciones se llevarán a cabo en alianza con el Laboratorio de Innovación Social Agirre Lehendakaria Center (ALC) del País Vasco. ALC cuenta con amplia experiencia en procesos de cambio en diferentes ciudades, integrando a la ciudadanía con plataformas de innovación social que complementan (y no sustituyen) los canales de participación tradicionales mediante procesos de escucha comunitaria, interpretación colectiva y co-creación. Los procesos permiten activar un conjunto de acciones interconectadas, incorporando una perspectiva de sistema complejo a la gestión, que respondan en tiempo real a las percepciones existentes en el ámbito comunitario.

En este sentido, también como Laboratorio de Aceleración del PNUD tenemos mucho por aprender y comprender sobre la influencia de la cultura en los procesos de innovación, y cómo un abordaje que integre la escucha profunda, que contemple las narrativas, arraigos, percepciones y valores de cada comunidad pueden ser motores de cambio para la transformación sistémica.  

El proceso se iniciará en los dos departamentos de mayor concentración poblacional, Montevideo y Canelones, donde cobran particular visibilidad los desafíos de alta complejidad hacia el desarrollo de ciudades sostenibles. Por un lado, en Montevideo se presenta como desafío inicial, la segregación socio-territorial, donde no solo se debe comprender la distribución y acceso a la vivienda, sino también su vinculación con la educación, el empleo, el ambiente, la desigualdad. Por otro, en Canelones se comenzará por cómo la economía creativa (sistemas económicos en los que el valor se basa en nuevas cualidades imaginativas) y la alimentación, en sus diferentes dimensiones, atraviesan el territorio: la producción, comercialización, consumo, reglamentación, prácticas sostenibles, servicios como turismo y gastronomía, etc.

Asimismo, comprendimos que la profundidad no solo es vertical sino también horizontal, procurando la gestación de un cambio sostenido en el tiempo en la forma en la que operamos al intervenir en desafíos complejos del desarrollo. Un ejemplo de este tipo de desafíos es la segregación socio-territorial, donde no solo se debe comprender la distribución y acceso a la vivienda, sino también su vinculación con la educación, el empleo, el ambiente, la desigualdad. Al mismo tiempo, esta profundidad se tensiona con la urgencia y la necesidad de poder demostrar en el corto plazo nuevas posibilidades de desarrollo en forma tangible.

La innovación social comprende la implementación con éxito de una idea, o diferentes arreglos de ideas, que generan un valor compartido (público). Este concepto nos invita a preguntarnos qué sería un proceso exitoso para nosotros en una demostración profunda. Entendemos que comprendería, al menos: 1) demostrar en la práctica que es posible un enfoque sistémico de experimentación avanzada en las políticas públicas para abordar desafíos complejos; 2) que el PNUD puede ser un gran aliado de la política pública a la hora de desarrollar procesos de experimentación para la transformación territorial; 3) haber aprendido y desaprendido lo suficiente para compartir la experiencia en todas sus dimensiones; 4) que diferentes áreas del PNUD puedan involucrarse en el proceso en diferentes etapas; 5) que podamos desarrollar esta experiencia en otros territorios en un futuro.

Para lograrlo, se requieren nuevas formas de trabajo basadas en la colaboración, la creación y la inteligencia colectiva. Por eso el PNUD está impulsando metodologías que permitan la inmersión profunda en las comunidades – en sus valores y comportamientos – para alcanzar mejores y más eficaces soluciones, diseñando de manera colaborativa, apoyándose en la inteligencia propia de cada territorio, para generar nuevas narrativas transformadoras y basadas en el bien común. El valor diferencial del PNUD radica en ser un actor confiable para las contrapartes y sus vínculos con la ciudadanía, el gobierno nacional y otras organizaciones, salvaguardando el proceso para lograr una experimentación avanzada. 

 

Foto: PNUD Uruguay

 

Leer blog en inglés