El 31 de mayo se realizó el lanzamiento del proyecto “Hacia un Sistema de Movilidad Urbana Sostenible y Eficiente en Uruguay” que tiene por finalidad establecer una transición efectiva hacia un sistema inclusivo, adaptable, eficiente y de bajas emisiones de carbono.
La actividad contó con la presencia de la ministra Eneida de León, la ministra de Industria, Energía y Minería (MIEM), Carolina Cosse, la representante residente del PNUD, Mireia Villar Forner, la directora ejecutiva de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), Andrea Vignolo y el coordinador del proyecto, Ariel Álvarez.

El transporte es el segundo sector de mayor consumo energético en Uruguay, el principal consumidor de derivados de petróleo y el mayor emisor de CO2. En los últimos años la población urbana ha crecido principalmente en las periferias, aumentando la movilidad de vehículos particulares y por lo tanto de las emisiones, explicó Álvarez, destacando que la transformación de la matriz energética que ha llevado adelante el país genera un contexto muy favorable para el uso del transporte eléctrico.

A través de este proyecto, se busca mejorar las capacidades institucionales, el desarrollo de normativas adecuadas y la implementación de tecnologías innovadoras, promoviendo el transporte sostenible. Está estructurado en 4 componentes: desarrollo de un marco normativo para un sistema de transporte de bajas emisiones de carbono; demostración de opciones tecnológicas en Montevideo; cambio cultural, diseminación y replicación; y monitoreo y evaluación.

La ministra Cosse destacó que se trata de una iniciativa que está vinculada al territorio, al medio ambiente, a la energía y a la industria del futuro. Aseguró que se incluirá la perspectiva de género, con base en un estudio del PNUD sobre las necesidades que tienen las mujeres relacionadas con el transporte público y particular.

En esa línea, Mireia Villar también destacó el componente de género que estimula el proyecto. “Las mujeres no tienen el mismo acceso que los hombres y sus patrones de movilidad son mucho más complejos por estar condicionados a las tareas del hogar y y las necesidades de las familias“, añadió.

Asimismo, remarcó que el proyecto propiciará un entorno favorable para la innovación en transporte urbano, “facilitando la reforma del actual marco de normas e incentivos, centrándose en la calidad del transporte público, la promoción de medios de transporte no motorizados y la adopción de vehículos eléctricos en sectores del transporte público y algunos otros de distribución urbana”.

Por su parte, la ministra Eneida de León destacó la importancia del proyecto: “sabemos que el parque automotor se ha incrementado tremendamente y debemos tomar medidas, comenzando por un proceso cultural y educativo”, dijo.

Recordó el compromiso para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero de casi el 50 % para 2025, en relación a los niveles que tenía Uruguay en los años 1990, presentes en el Acuerdo de París. Entre las medidas tomadas se encuentra el mantenimiento de los biocombustibles en naftas y gasoil, el etiquetado de eficiencia energética en vehículos livianos de combustión y la introducción de unidades eléctricas en el transporte público y utilitario.

En tanto, Andrea Vignolo destacó la participación de actores de diferentes ámbitos uniendo esfuerzos en pro del desarrollo sostenible del transporte y de la protección del medio ambiente, que repercutirá en la calidad de vida de los ciudadanos. “La cooperación internacional es una política pública que permite ayudar al crecimiento, nos permite lograr un desarrollo más inclusivo, más sostenible, para lograr resultados en el tiempo que impacten en la vida de la ciudadanía", enfatizó la directora de AUCI.

El proyecto es liderado por el Ministerio de Industria, Energía y Minería, y el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, cuya junta está integrada por la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI) y el PNUD y en la implementación participarán otras instituciones nacionales.

El proyecto tiene por finalidad establecer una transición efectiva hacia un sistema de movilidad urbana que sea inclusivo, adaptable, eficiente y de bajas emisiones de carbono y cuenta con un aporte no reembolsable de U$S 1.721.233 del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su siglas en inglés).

La experiencia se iniciará en el área metropolitana de Montevideo y se replicará, luego, en otras ciudades del país. Como primera medida, se incentivará la adquisición de cinco ómnibus y seis utilitarios eléctricos, para la prueba, estudio y verificación de condiciones técnicas y económicas.

El sector Transporte en Uruguay es el segundo consumidor energético después de la industria y el principal consumidor de derivados del petróleo. En este marco, la promoción de medidas de eficiencia energética en el transporte se vuelve estratégico.

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